¿Aún no conoces el Flysch de la Costa Vasca? ¡No sabes lo que te pierdes!
Acantilados sorprendentes de más de 100 millones de años, formaciones rocosas surrealistas, vistas extraordinarias al Cantábrico…
Si aún no has visitado el Geoparque, miembro desde el año 2010 de la Red Europea de Geoparques de la UNESCO, y su formación más famosa: el flysch, te estás perdiendo un libro abierto sobre la historia y prehistoria de nuestra costa y de los seres humanos que en ella habitamos desde hace milenios.
Además de sus dos conocidas formaciones rocosas, el Flysch y el Karst, el Geoparque de la Costa Vasca es una valiosa muestra del patrimonio arquitectónico, etnográfico y cultural del pueblo Vasco.
¿Te vienes a conocerlos?
¿Qué es el Flysch?
Flysch significa “fluir” en alemán. Fue el geólogo suizo Bernhard Studer quien, tras encontrar este tipo de formaciones rocosas en los Alpes en 1827, las bautizáse por primera vez con este término.
La verticalidad de las capas rocosas de origen sedimentario que Studer descubrió en los Alpes las hacía parecer “fluir” infinitamente con una cierta alternancia rítmica. Aquí unas capas de caliza, un poquito más allá de arenisca…
Durante millones de años la erosión fue haciendo de las suyas. Las capas blandas reaccionaron desgastándose más y las más duras quedando más expuestas y creando formaciones inverosímiles, ¡que parecen una tarta de milhojas!
El nuestro, es uno de los “Flysch” más importantes de todo el mundo. Sus caprichosas capas de rocas duras y materiales blandos se entrelazan a lo largo de 13 km de costa y hasta unos 5 km mar adentro.
Cada trozo del Flysch del Geoparque tiene colores y nombres propios, no te puedes perder el color negro de las 7 playas y Saturraran en Mutriku; la desconocida y sorprendente zona del flysch gris de Sakoneta en Deba; y por supuesto, ¡el rojizo de la punta Algorri o la playa de Itzurun en Zumaia!
Dicen los expertos que el tramo más espectacular del Flysch que se extiende a lo largo de los 8 km de costa que van desde Haitzandi hasta Haitzabal, tiene una riqueza geológica solo comparable a los acantilados del canal de la Mancha, la zona de Stevens Klint en Dinamarca y algunos puntos de la región italiana de Umbria-Marche.
¿Qué tiene de especial el Flysch de la Costa Vasca?
Para responder a esa pregunta tenemos que retroceder el reloj unos 40 millones de años, a la Orogenia Alpina.
Te encuentras en un momento “peliagudo” de la formación de montañas en nuestro continente provocadas al chocar África, el subcontinente indio y la placa de Cimmeria contra Eurasia. Pero, al estar todavía en la costa Vasca, lo que realmente te afecta a ti es la colisión entre las placas tectónicas Ibérica y Europea.
¿Qué ocurre aquí?
Ocurre que durante cientos de miles de años el lugar que ahora ocupa Euskadi era un mar. Y en ese mar se fueron depositando sedimentos y microorganismos que formaron capas horizontales.
La colisión de las placas Ibérica y Europea hizo emerger estos sedimentos y los dejó visibles, creando un intercalado de rocas duras con otras más blandas. Muy poquito a poco.
Tendrán que pasar muchos años para que la erosión desgaste las capas blandas con mayor facilidad que las duras, haciendo que estas queden más expuestas.
Y al quedar expuestas, no solo tenemos un bellísimo paisaje surrealista que hasta enamora a productores del cine internacional…
El Geoparque: un verdadero libro abierto
En estas rocas se cuentan historias que se remontan más de 100 millones de años. Historias fascinantes que nos hablan de seres microscópicos, de macrofósiles, de cambios ambientales y muchísimo más.
Una de las grandes joyas naturales de la Costa Vasca, tanto a nivel de belleza natural, como a nivel de valor científico.
Declarado biotopo litoral protegido en 2009 y Geoparque Mundial de la UNESCO en 2010, el Geoparque de la Costa Vasca ¡es un portal maravilloso al cretáceo de nuestro planeta!
Un rincón que puedes descubrir a fondo ¡con el equipo de apasionados guías de Begi Bistan!
En fin, que puedes descubrir el Flysch desde el punto de vista que más interese, en el medio que más te guste, y ¡en la compañía de quien prefieras!